He comenzado recientemente mi “andadura” en este mundo tan apasionante de la grafología, y en este poco tiempo, he podido observar las numerosas controversias existentes en este terreno tan delicado. Pero lo que no llego a entender es el por qué de tanta disputa, ¿por qué incluso entre grafólogos se generan rivalidades? Es cierto que existen numerosas escuelas y vertientes, pero creo, y es mi modesta opinión, que ninguna de ellas por separado pueda llegar a ser la corriente más auténtica con principios y leyes irrefutables, “en la variedad está el gusto”, lo ideal sería coger lo mejor de cada una de ellas e intentar llegar a un punto de estandarización común, y no utilizarlo como un arma arrojadiza, “mi opinión es la correcta y la tuya no vale para nada”.
Creo que todos los grafólogos tenemos un mismo objetivo, y es poner a esta CIENCIA que a todos nos entusiasma en su debido lugar, y dejar atrás de una vez el lastre de las ciencias ocultas. Algo parecido ocurrió con la psicología, de hecho aún hay gente que sigue pensando que si alguien va al psicólogo está loco, pero a día de hoy a nadie se le ocurre poner en tela de juicio la psicología porque un psicólogo intervenga en un programa de televisión como profesional en determinada cuestión. Es de cajón pensar que si sale en la tele un grafólogo analizando la firma del famoso del momento, este análisis no puede ser más que superficial puesto que no lo está haciendo en condiciones idóneas, y que si yo quiero un estudio fidedigno de mi escritura lógicamente voy a acudir a un profesional para obtener un análisis individual y personalizado.
Lo que verdaderamente me asombra es ver cómo, injustificadamente, otros sectores se sienten “amenazados” por la grafología, en lugar de ver la valiosa aportación que ésta puede tener en multitud de campos: psicología, pedagogía, medicina, docencia, sociología, criminalística, pericias judiciales, investigación, selección de personal, orientación vocacional..
¿Acaso existe alguna forma de autoconocimiento personal más precisa, pormenorizada y objetiva que lo que puede llegar a decir de tí tu propia escritura?
Creo que todos los grafólogos tenemos un mismo objetivo, y es poner a esta CIENCIA que a todos nos entusiasma en su debido lugar, y dejar atrás de una vez el lastre de las ciencias ocultas. Algo parecido ocurrió con la psicología, de hecho aún hay gente que sigue pensando que si alguien va al psicólogo está loco, pero a día de hoy a nadie se le ocurre poner en tela de juicio la psicología porque un psicólogo intervenga en un programa de televisión como profesional en determinada cuestión. Es de cajón pensar que si sale en la tele un grafólogo analizando la firma del famoso del momento, este análisis no puede ser más que superficial puesto que no lo está haciendo en condiciones idóneas, y que si yo quiero un estudio fidedigno de mi escritura lógicamente voy a acudir a un profesional para obtener un análisis individual y personalizado.
Lo que verdaderamente me asombra es ver cómo, injustificadamente, otros sectores se sienten “amenazados” por la grafología, en lugar de ver la valiosa aportación que ésta puede tener en multitud de campos: psicología, pedagogía, medicina, docencia, sociología, criminalística, pericias judiciales, investigación, selección de personal, orientación vocacional..
¿Acaso existe alguna forma de autoconocimiento personal más precisa, pormenorizada y objetiva que lo que puede llegar a decir de tí tu propia escritura?
“La escritura es el reflejo visible del pensamiento” Juan Hipólito Michón
Saludos, Virginia Molina